Para el tránsito vehicular, se identifican tres tipos de pavimentos: flexibles, rígidos y compuestos; aunque en la práctica de las vías terrestres existen más opciones de pavimentación. En esta ocasión nos enfocaremos en las buenas prácticas en los pavimentos flexibles.
Como recordarás, con la finalidad de distribuir las cargas aplicadas a la subrasante, los pavimentos son estructuras sobre capas superpuestas de materiales procesados por encima del terreno natural.
En cuanto al desarrollo de nuevos materiales en la construcción, gracias a los avances tecnológicos, se ha logrado la obtención de sistemas capaces de aportar una larga vida en servicio con un bajo mantenimiento en cuanto a pavimentación.
PAVIMENTOS PARA CARRETERAS
Día a día, el pavimento se somete a cargas externas de tráfico y clima que generan esfuerzos y deformaciones internas en las capas que componen al pavimento, por lo que de la función que desempeñará y de los factores que lo afectarán durante el periodo de servicio para el cual se diseñó, dependerá el tipo de estructura del pavimento que se va a emplear.
Además del tráfico y del clima, otros factores a considerar son las propiedades de los materiales que conforman las capas del pavimento.
Ante la acción de las cargas externas, el desempeño del pavimento está relacionado con el comportamiento de los materiales que lo componen.
Una adecuada respuesta estructural y funcional del pavimento depende de la calidad de los materiales, de un proceso constructivo responsable y de un programa de mantenimiento oportuno, independientemente del tipo de pavimento que se trate.
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PAVIMENTOS FLEXIBLES
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Ingeniería de Vías Terrestres A. C., se les conoce como flexibles “porque conceptualmente deben ser capaces de resistir un cierto nivel de deformación elástica sin romperse.
“La superficie de rodamiento es proporcionada por un mezcla asfáltica, la transmisión de esfuerzos generados por las cargas vehiculares se hace de acuerdo a las características mecánicas de los materiales con que se construyen las diferentes capas del pavimento”.
Por lo general, se utiliza en zonas donde hay bastante tráfico, como por ejemplo vías o aceras.
Gracias a su buen funcionamiento y a que produce buenos resultados, se recomienda su uso. No por nada, tiene los siguientes atributos que lo caracterizan:
Su regularidad. Puede lograr acabados muy tersos con los nuevos equipos de transporte y tendido.
Resistencia a derrapes y drenaje superficial. Por la textura de la capa de rodadura, resiste al derrapamiento. Proporciona un buen coeficiente de fricción neumático pavimento y un buen drenaje superficial que impide la formación de una lámina de agua sobre la superficie de rodamiento, lo que evita el acuaplaneo.
Capacidad estructural. Gracias a los avances en modificación de ligantes asfálticos, en el diseño de mezclas y el uso de materiales pétreos de mejor calidad, permite la obtención de mezclas asfálticas con resistencias superiores a las convencionales. Con diseños diferentes a los de las mezclas de alto módulo, se ha incrementado la resistencia al agrietamiento por fatiga.
Reciclable. La evolución de la tecnología ha permitido una amplia gama de opciones para utilizar los materiales recuperados de los trabajos de rehabilitación de pavimentos flexibles. Por ejemplo, en las capas estructurales o en las superficies de rodamiento.
Mantenimiento. Para brindar un buen servicio durante la vida útil proyectada, requiere que las acciones de mantenimiento sean adecuadas y oportunas.
En VISE contamos con un área especializada en el diseño de mezclas asfálticas y pavimentos asfálticos.
Fuentes:
Asociación Mexicana de Ingeniería de Vías Terrestres A.C., vialidadytrasnporte.com, urbanismo.com.